Si se croman duro piezas con capas de gran espesor (desde 0,1 m/m a 1 m/m), necesitaremos un rectificado final para conseguir la tolerancia determinada. Siguiendo normas generales, para rectificar un material duro (cromo) son necesarias muelas blandas puesto que un exceso de dureza provocaría una falta de adherencia entre ésta y la pieza.

Hay que tener en cuenta que los recalentamientos en determinadas zonas de una pieza cromada durante su rectificado, puede llevar a la formación de grietas rompiendo la homogeneidad del recubrimiento. Generalizando, podemos decir que para rectificar depósitos de cromo son adecuadas las muelas con durezas J.K.L. y M de blanda a semidura con granulaciones medias, entre 80-120, según medidas normalizadas.

La velocidad de la muela también influye en la calidad posterior del cromo y depende en cada caso de la forma, dimensión y naturaleza el material base de la pieza a rectificar.

El rectificado se hará siempre con abundante refrigeración y con pasadas de 0,01 m/m cómo máximo. A modo de ejemplo expondremos las normas para el rectificado de depósitos de cromo duro (Estarta y Ecenarro).

Rectificado cilíndrico exterior Tipo de muela
Hasta ø 350 15A  120J 7V 19A 100HaJ 5V
De ø 350 a ø 450 15A  100J 7V 19A  80 Ha  5V
De ø 450 a ø 600 15A  80J 7V 19A 60HaJ

 9001        9100        IAQG